Proceso.

Que no te engañen; para hacer la raicilla no es necesario estar bendecido por dioses prehispánicos ni tener comunicación con las estrellas. El único requisito que me pidió mi padre antes de enseñarme a hacerla es haber vivido y haber vivido bien; eso significa disfrutar, pero también haberse sentido desolado; llorar, pero seguir soñando por las noches.